viernes, 30 de julio de 2010

Materiales para el estudio de los nacionalismos 2


Sobre la llamada "cuestión Nacional" Marx y Engels escribieron:
«Se ha reprochado también a los comunistas querer suprimir la patria, la nacionalidad. Los obreros no tienen patria (…) el proletariado (…) ha de elevarse a clase nacional (…) ha de constituirse a sí mismo en nación, pero de ningún modo en el sentido de la burguesía. Los particularismos nacionales y los antagonismos de los pueblos desaparecen cada día más (…) El dominio del proletariado va a hacerlos desaparecer más todavía. (…) En la medida en que se suprime la explotación de un individuo por otro, se suprime la explotación de una nación por otra. Acabado el antagonismo de las clases dentro de la nación, se acaba la hostilidad de las naciones entre sí.»
Por tanto, «para un verdadero comunista el problema nacional no debe tener sino un valor secundario, pospuesto al interés internacional», de forma que, « llegado ese caso límite, debe estar dispuesto a perder su lengua, sus costumbres ancestrales, su folklore, todo cuanto significa la expresión y manifestación de su individualidad nacional, si ello es un obstáculo para alcanzar los fines del movimiento revolucionario universal »
para Lenin:
«Nacionalismo burgués e internacionalismo proletario son las dos consignas antagónicas e inconciliables que corresponden a los dos grandes bandos que dividen a las clases del mundo capitalista y expresan dos políticas (es más, dos concepciones) en el problema nacional (…) todo nacionalismo liberal burgués lleva la mayor de las corrupciones a los medios obreros y ocasiona un daño enorme a la causa de la libertad y a la lucha de clases proletaria (… [Por consiguiente:]) Quien defiende la consigna de cultura nacional no tiene cabida entre los marxistas, su lugar está entre los pequeños burgueses nacionalistas»
En cuanto a Rosa Luxemburgo, escribe en «El derecho de las naciones a la autodeterminación»:
«En una sociedad de clases, ‘la nación’ como una entidad sociopolítica homogénea no existe. Lo que sí existe en cada nación son clases con intereses y ‘derechos’ antagónicos. No existe literalmente una sola esfera social (...) En el ámbito de las relaciones económicas, las clases burguesas representan los intereses de la explotación, y el proletariado los intereses del trabajo (...) En una sociedad así constituida no cabe hablar de una voluntad colectiva y uniforme, de la autodeterminación de la ‘nación’. Cuando en la historia de las sociedades modernas encontramos movimientos ‘nacionales’ y luchas a favor de ‘intereses nacionales’, suelen ser movimientos de clase de los estratos dirigentes de la burguesía (...)»
El marxista trotskista Isaac Deutscher sostiene que
«Los socialistas deben ser internacionalistas incluso si sus clases trabajadoras no lo son; los socialistas deben entender el nacionalismo de las masas, pero solamente en la medida en que un médico comprende la debilidad o el malestar de su paciente. Los socialistas deben tener en cuenta el nacionalismo, pero, como las enfermeras, deben lavarse veinte veces las manos antes de acercarse a un área del movimiento obrero infectada por él»
La postura respecto del nacionalismo de los creadores del marxismo y de sus principales seguidores no deja lugar a duda. A la luz de estos elocuentes textos resulta incomprensible que gente que se reclama de izquierda tenga veleidades nacionalistas.

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